
Del 1 al 15 de este mes, se han matriculado 22.360 turismos y todoterrenos, lo que supone un 10,3% más que en agosto de 2010 en el mismo tiempo. ¿Echamos las campanas al vuelo? No, que todo lo que sube, luego baja. Agosto de 2010 fue un mes desastroso en ventas, y en esta ocasión, es otro espejismo.
En realidad, son otra vez las empresas y las alquiladoras las que salvan los números, porque los particulares han reducido sus compras en un 1,6%. Ahora bien, si esto sigue así, agosto de 2011 romperá la tendencia de ventas de automóviles en negativo que lleva un año. Mejor esperemos.
Las alquiladoras han matriculado 1.803 turismos y 4×4, un 41,4% más, y las empresas han matriculado 8.077 unidades, un incremento del 27,8%. El mercado particular sigue sin recuperarse, por lo que quien se congratule con estas cifras en realidad está haciendo un FAIL el ridículo.
El Toyota Prius+ se volverá a ver en Fráncfort

Nos dan un dato nuevo, menos de 100 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, es decir, inferior a 4,3 l/100 km de gasolina. Ningún monovolumen de siete plazas se acerca a esa cifra en gasolina, pero en diesel lo cierto es que hay más de un modelo competitivo, véase el Renault Grand Scénic 1.6 dCi Energy (130 CV, 4,4 l/100 km).
A diferencia del Prius v para el mercado norteamericano, tiene siete plazas y las baterías son de ión-litio, ubicadas en la consola central. De este modo, se despeja espacio en el maletero y hay más sitio para la tercera fila de asientos. Según Toyota, es válida para adultos también.

Por primera vez, Toyota usa baterías ión-litio en un híbrido no enchufable, la misma solución que usa el Mercedes-Benz S 400 BlueHYBRID (batería en el vano motor, luego no sacrifica espacio interior ni maletero). El consumo es casi el mismo que el del Prius convencional, que va de 3,9 a 4 l/100 km en condiciones de homologación.
Los precios todavía no los conocemos, pero sabemos que solo se venderá como híbrido y no tendrá otros motores. Es posible que los Prius se beneficien de estas nuevas baterías ión-litio en su restyling, pues no estuvieron a tiempo para el estreno de la tercera generación, que sigue usando níquel metal-hidruro (NiMh).
Según el fabricante, la duración de las baterías es la misma que la del propio monovolumen. Si sale con un precio competitivo tendrá muchos rivales en diesel, pero en gasolina y encima automático es imbatible. Normalmente quien se decanta por esa combinación lo hace con un rendimiento lamentable, salvo que hablemos de cambios de doble embrague robotizado.
Gasolina barata como promesa electoral: ¡miedito da!

Esta señora se llama Michell Bachmann, y es una congresista de EEUU que aspira a llegar a la Casa Blanca de la mano del partido republicano (muy a la derecha). Tal carrera de fondo es inútil sin promesas electorales, así que ha lanzado su órdago: con ella habrá otra vez gasolina barata.
Cuando Barack Obama llegó a la presidencia, el galón de gasolina costaba 1,79 dólares, mientras que ahora está en 3,58 dólares. Michele promete precios por debajo de 2 dólares/galón cuando gobierne. Suena muy bonito, pero hay que leer la letra pequeña detenidamente.
Durante el mandato de George W. Bush (2000-2008), también republicano, la gasolina también era muy barata, pero durante 2008 escaló hasta más de 4 dólares por galón, un precio escandaloso por esos lares. Pero antes de que Obama tomase posesión de la Casa Blanca, los precios se desplomaron por la amenaza de la reducción del consumo, y han vuelto a subir.
¿Pero cómo puede bajar tanto el petróleo cuando gobierne? Supongamos que no hará como Hugo Chávez y fijar un precio por el Estado (es decir, subvencionar el petróleo). Por eso en Venezuela tienen la gasolina más barata del mundo. Pero la economía de EEUU no se puede plantear semejante aberración fiscal, así que no queda más remedio que sacar más petróleo.
Aunque esta señora no lo ha declarado explícitamente, puede tener relación con su posición a favor de explotar los recursos petrolíferos de Alaska. Según los expertos, ese petróleo no logrará una reducción del precio tan grande, incluso en el caso más optimista posible.
El otro camino es el ya conocido. Cualquier dictador tolerado durante décadas, a nada que tenga petróleo bajo su suelo, será el nuevo diablo a liquidar, y el nuevo peligro a erradicar… y en unos años, habrá más producción. El hombre está condenado a repetir su historia si no la conoce (y conociéndola a veces también).
¿Esto es bueno o es malo?
Si fuese votante de aquel país, mi vello se habría puesto de punta al saber de algo así. Desgraciadamente (o afortunadamente) la época del petróleo baratito y fácil de obtener se ha terminado, y este tipo de promesas solo pretenden resucitar las prácticas oscuras del pasado: producir más petróleo o “pedirlo prestado”.
La alternativa a todo esto es trabajar en reducir los consumos, algo en lo que ya trabaja el gobierno de Obama, si bien el demócrata tampoco está siendo brillante en este campo. El país ha evolucionado, despacio, hacia la eficiencia. A todos nos gusta la gasolina barata, pero eso nos lleva a consecuencias también negativas.
Precisamente la escalada de los híbridos y eléctricos está directamente relacionada con las alzas del petróleo: cuanto más sube, más se espabilan para sacar nuevos métodos de propulsión. Pero con la gasolina barata, volvemos a los abSUVdos 4×4 enormes, a los motores de sed insaciable y a meter más palos en la rueda a la ecología.

Que suba el petróleo es malo para los bolsillos y para la economía, sí. Pero también tiene consecuencias positivas, avanzar en tirar abajo el modelo de dependencia del automóvil actual, que necesita el petróleo en más de un 95%. La solución no es abaratarlo, es consumir menos. Pero, lamentablemente, hay quien no se entera.
Aunque esta señora vive a miles de kilómetros, todos deberíamos preocuparnos seriamente si acaba llegando a la presidencia de Estados Unidos, aunque nos baje la gasolina unos céntimos por efecto económico colateral. Pero sé que es tentador estar a su favor, y yo también añoro la gasolina a 85 céntimos/litro.
Ahora mismo el automóvil evoluciona hacia una época esperanzadora, en la que es más respetuoso con el medio ambiente, más sostenible y más eficiente. Ahora mismo hay en el mundo unos 1.000 millones de automóviles, razón de más para tranformar y evolucionar este mundillo si no queremos que desaparezca o que vuelva a ser algo solo para ricos.
Fuente | Autoblog, Milenio, Ward’s AutoFuente motorpasion.com
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